Mis revistas independientes de 2020

Me van a perdonar, pero arrancar un texto sobre mis revistas favoritas de 2020 pasa inevitablemente por expresar un grado importante ‘orfandad’ ante una terrible crisis pandémica que también lo ha sido de persianas. Sí, ya sé que hay plataformas online donde comprar esas revistas independientes que tanto nos gustan, pero el que suscribe estas líneas es carne de anaquel y parroquiano del newsstand físico.

Pero no nos abandonemos a la nostalgia, porque precisamente del pasado año, si hay que salvar algo fue precisamente la vuelta a la introspección, la lectura y la cercanía —casi de km. 0—. Por eso mis recomendaciones van a ir en ese sentido y en lugar de ir más allá voy a recomendaros publicaciones del ‘más acá’.

La primera de ellas es Ferida, que ya ha pasado Rayitas Azules. ¿Por qué volver a recomendar esta revista? Por que ahora es ‘otra’ revista muy diferente.

Precisamente en el primer (y único) Quiosco — esa suerte de logia revistil que montamos justo antes de que todo se torciera—, esta publicación dedicada a la pilota valenciana fue la invitada y uno de sus responsables, el periodista Alex Zahinos, nos anunció que la revista iba a ‘parar para ser repensada’. En aquel momento no supimos mucho más —aparte de la evidente sorpresa—, pero lo cierto es que tras un parón y una nueva campaña de micromecenazgo, Ferida volvió totalmente rehecha, rediseñada y ‘reformateada’.

Se abandona el formato A3 y se amplían las miras con una apertura de temas que va más allá del deporte. El territorio, la música, el cine, o la gastronomía se suman al ‘gremi de feridores i feridors

No cambian las grandes historias de este deporte y el diseño potente —Antonio Mateo sigue a los mandos, bravo— lleno de recursos gráficos en el que la fotografía mantiene su punch a través de fórmulas editoriales cercanas al foto-ensayo.

Así, la nueva Ferida es mucho más reducida (17x24cm), a medio camino entre A4 y A5. Un nuevo formato que es mucho más práctico tanto para leerla como para que le hagamos un hueco en nuestra estantería. Cierto es que pierde su valor como objeto, pero gana como revista. Y al fin y al cabo el objetivo de una revista es que tenga vida y sea leída cuantas más veces mejor, y eso con la revista guardada en una cajonera de planos no es tan fácil. 😀

La paleta tipográfica con la que juegan es simple pero ‘pata negra’ con un clásico ‘derbi’ del diseño editorial que nunca falla con el contraste entre una serif y una sans. Reckless de Displaay Type Foundry (imagino que os sonará) y Monument Grotesk de Dinamo.

Reducen repertorio tipográfico para diferenciar los artículos más por color y maquetación que por la tipografía, que gana funcionalidad y pierde ‘potencia’ gráfica en este nuevo formato más reducido.

Otra de las grandes novedades es el uso de varios papeles, con el que dan más énfasis a las fotos con papeles estucados y de paso le otorgan más ritmo a la publicación.

En resumen, Ferida 2.0 gana funcionalidad y mantiene su apuesta editorial. Ya van dos números (13 y 14). Que vengan muchos más.

Y de nuevo otra publicación, no ya de la ‘terreta’, pero sí muy cercana geográficamente. Porque mi otra recomendación es El Món d’Ahir.

Una revista sobre historia publicada en catalán —con algún artículo en castellano— que se edita desde 2016 y a la que le quería ‘hincar el diente’ desde hacía mucho. Su distribución en València es muy limitada, pero pude hacerme con un ejemplar de esta publicación trimestral que pone especial atención a su diseño —fue premiada con un LAUS Oro en 2018— y a la calidad literaria.

La revista, de periodicidad trimestral, también reivindica la vigencia de la prensa escrita y quiere ser una invitación a recuperar el placer de leer. El nombre de la revista, (El Mundo de Ayer en castellano), hace referencia al último libro del escritor Stefan Zweig, un testimonio de la Europa de entreguerras.

Una publicación, editada por Minoría Absoluta —la productora del periodista Toni Soler— que se enmarca en un espacio entre la literatura, el periodismo y el ensayo y pretende reivindicar el placer de llegar a la historia como lo que es: una aventura y un retrato de la condición humana al límite del tiempo

El diseño de la revista, obra del estudio barcelonés Run Design, da un peso predominante a la tipografía, en este caso con Laris Neue y Laris Alte de Radim Peško como protagonistas. Con una maqueta clásica pero contundente —cuerpos grandes en titulares y siempre en negro—, en la que se repite un énfasis en la inclinación de la letra A y se van alternando variaciones de retícula sin que nos despistemos del fondo, ‘la historia de autor’.

Otro de los puntos fuertes de esta revista es la incorporación de textos históricos y el interés por la fotografía, los mapas y la iconografía.

De hecho la publicación termina siempre con una sección fascinante, ‘Cartografías’, donde reproducen mapas antiguos.

Una publicación sencilla y honesta, con detalles como el entintado de los cantos que la convierte en un bloque de color que enfatiza su valor de objeto, como si se tratara de una caja cerrada, tentando al público.

Acabo con otra frase de Stefan Zweig, «la historia no tiene tiempo para ser justa». Vosotras y vosotros tampoco tenéis tiempo que perder, haceros con un ejemplar de El Món d’ahir.

Texto incluido en un repaso a las mejores revistas independientes de 2020 publicado en Rayitas Azules de marzo de 2020

 

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